La tendencia alimenticia que equilibra la salud: ¿ Sabes de qué se trata la dieta flexitariana?
¿Unos kilitos menos? La dieta flexitariana promueve una alimentación basada principalmente en plantas en beneficio de la salud.

¿Unos kilitos menos? La dieta flexitariana promueve una alimentación basada principalmente en plantas en beneficio de la salud.
Comer sano sin caer en los extremos es una de las principales búsquedas de muchas personas hoy. La dieta flexitariana responde justamente a esa necesidad: una forma de alimentación que prioriza lo vegetal, pero sin eliminar por completo la carne ni los productos de origen animal. En un mundo donde las dietas suelen ser sinónimos de restricción, esta propuesta se enfoca en la moderación, el equilibrio y la conciencia sobre lo que comemos.
¿En qué consiste la dieta flexitariana?
El término proviene de la combinación de “flexible” y “vegetariana”. Su base está en una alimentación rica en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, semillas y frutos secos, pero con la posibilidad de incluir de vez en cuando carne, pescado, huevos o lácteos. No hay una cantidad específica ni reglas fijas, lo que permite adaptarla a las preferencias, el ritmo de vida y las metas personales de cada persona.
A diferencia del vegetarianismo o el veganismo, la dieta flexitariana no busca excluir alimentos, sino reducirlos. Su objetivo principal es aumentar la proporción de alimentos de origen vegetal en la rutina diaria y reservar el consumo animal para ocasiones específicas o en pequeñas porciones.
Este enfoque ayuda a mantener una alimentación más natural y consciente en beneficio para la salud, sin la presión de cumplir reglas estrictas. Por eso se ha convertido en una opción ideal para quienes quieren mejorar su salud y cuidar el planeta sin comprometer el disfrute de comer.
Beneficios de la dieta flexitariana
Entre sus principales ventajas está la mejora en la digestión, el aumento de la energía y una mayor sensación de bienestar general. Al basarse en alimentos frescos y ricos en fibra, ayuda a regular el tránsito intestinal y mantener estables los niveles de azúcar en sangre.
Diversos estudios han demostrado que las dietas con predominio vegetal reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares, presión alta y colesterol elevado. Además, disminuyen el impacto ambiental asociado al consumo excesivo de carne.
Desde el punto de vista emocional, muchas personas encuentran en este estilo de vida una manera más amable de relacionarse con la comida. No hay culpas ni prohibiciones: se trata de aprender a elegir con conciencia.
¿Cómo empezar una alimentación flexitariana?
Comenzar es más fácil de lo que parece. La clave está en incorporar más plantas, no eliminar alimentos. Puedes empezar con dos o tres días sin carne a la semana, reemplazando la proteína animal por legumbres, tofu, lentejas o garbanzos. También puedes probar nuevas combinaciones, como hamburguesas vegetales, pastas con verduras asadas o bowls con granos y semillas.
Otra recomendación es priorizar alimentos frescos frente a los ultraprocesados. Aunque algo sea “vegetariano”, no siempre significa que sea saludable. La idea de esta dieta es volver a lo natural, equilibrar los nutrientes y escuchar lo que el cuerpo necesita.
Más que una dieta, el flexitarianismo es una forma de comer con libertad, sin etiquetas ni extremos. Es una invitación a encontrar el punto medio: cuidar tu salud, respetar tus tiempos y disfrutar de lo que comes.