Guía para los fans de El Conjuro: Las películas imprescindibles antes del estreno de la cuarta entrega

Cada vez que se acerca el estreno de una nueva entrega de El Conjuro, las expectativas crecen. No es para menos: la saga creada por James Wan en 2013 no solo redefinió el cine de terror comercial, sino que construyó un universo cinematográfico que mezcla archivos reales, leyendas urbanas y un estilo visual que hoy se reconoce al instante.

Ahora, con el lanzamiento de El Conjuro 4: Últimos Ritos en septiembre de 2025, los fanáticos se preparan para el cierre de una de las historias más influyentes del género en la última década.

Para muchos críticos y cinéfilos, la mejor forma de llegar preparados es regresar a la primera entrega. El Conjuro (2013) presentó a Ed y Lorraine Warren, interpretados por Patrick Wilson y Vera Farmiga, y estableció las bases de todo lo que vendría después: la mezcla de lo sobrenatural con lo íntimo, el terror que se cuela en la vida doméstica y, sobre todo, la importancia de la fe y el vínculo familiar frente al mal.

El caso de la familia Perron, en esa vieja casa de Rhode Island, se convirtió en una especie de carta de presentación de la saga: atmósfera opresiva, terror clásico y secuencias que ya forman parte de la memoria colectiva del género. Volver a verla hoy es reconocer cómo empezó la leyenda de los Warren en la pantalla grande.

A lo largo de las secuelas, la saga fue mostrando a los Warren en diferentes facetas: desde el caso Enfield en El Conjuro 2 hasta la confrontación con entidades demoníacas como Valak, que terminaron inspirando spin-offs exitosos como Annabelle y La Monja.

Ese crecimiento convirtió a la franquicia en un verdadero universo compartido del terror. Sin embargo, lo que nunca se perdió fue el centro emocional: la relación entre Ed y Lorraine, su compromiso con la verdad y el peso psicológico de enfrentarse a lo desconocido. Ver la primera película justo ahora, antes de Últimos Ritos, permite dimensionar la evolución de los personajes y darle un sentido de cierre a su historia.

Si ya revisaste la cinta original, otra opción valiosa es volver a El Conjuro 2. Allí no solo se consolidó la química entre Farmiga y Wilson, sino que se introdujo a Valak, el demonio que se transformó en ícono del terror moderno. Esa entrega fue clave para entender la manera en que el mal en la saga se manifiesta no solo en casas embrujadas, sino en figuras religiosas y simbólicas.